O.J. Mayo lleva más de un año sin jugar desde que fuera sancionado por la NBA por violar la normativa antidroga de la liga. Su sanción no prescribirá hasta julio de 2018. El jugador se está poniendo en forma porque quiere regresar al baloncesto.
Su ideal sería volver en 2018 a la NBA de la mano de Milwaukee Bucks, el equipo en el que jugaba cuando fue sancionado, pero el jugador tiene un punto de mira más cercano: quiere jugar ya en otoño. Sus destinos favoritos serían España, Israel o China.
Mayo ha hablado en Sports Illustrated. Dice el sancionado que tiene una deuda con los Bucks: "Siento que les dejé tirados... invirtieron millones de dólares en mí y no estuve a la altura", reconoce.
Por eso, quiere devolver a Milwaukee aquello que Milwaukee le dio. "Quiero volver a donde lo dejé (a Milwaukee)", dice el escolta. Allí, recuerda, tuvo una excelente relación con su entrenador, Jason Kidd, y con jugadores clave como Giannis Antetokounmpo o Khris Middleton.
Recuperar una carrera
O.J. tiene todavía 29 años. Está, por lo tanto, a tiempo de rehabilitarse de verdad y retomar su carrera deportiva. El jugador aún pertenece a la agencia Landmark Sports y cabe recordar que su antiguo agente, Rob Pelinka, es ahora general manager de los Lakers.
El jugador aún no ha recibido ofertas FIBA para jugar al baloncesto. Si no llegan, seguirá entrenándose en Minnesota a la espera de una oportunidad lejos de Estados Unidos.