Paul Pierce y Boston Celtics sellaron ayer lunes un contrato que los une de por vida, aunque se trate de un contrato de un solo día.. Se trata de un acuerdo que a modo simbólico implica que el jugador se retirará oficialmente como jugador de los Celtics, aunque ya se sabe que el alero no se vestirá más de corto.
No es el primer jugador NBA que anuncia su retirada y a posteriori firma un contrato para que en la historia quede que su marcha del baloncesto tuvo lugar con su equipo del alma.
El equipo ya anunció en su día que retirará la camiseta con el número 34 de Paul Pierce, jugador que militó en Celtics en los primeros 15 años de su carrera y que ganó el anillo de campeón de la NBA con Boston en 2008.
El 10 veces All-Star besó la pista del TD Garden en el último partido que jugó en Boston. Un amor indudable que se prolongará para siempre formando parte de la organización de un modo u otro a partir de ahora.
Felicidad en el club
Wyc Grousbeck, copropietario de la franquicia, ha reconocido el orgullo que siente el club por la firma del acuerdo. "Nos sentimos honrados de que Paul haya elegido retirarse como un Celtic. Está entre los mejores Celtics (de la historia). Es un campeón dentro y fuera de la pista".
La afición céltica nunca comprendió cómo el equipo no luchó por la permanencia de Paul Pierce en su plantilla. Ahora, esa afición se sentirá un poco reconfortada, algo compensada por aquel disgusto.