Ser negro es más fácil en Estados Unidos cuando se tiene dinero. Pero también las personas afroamericanas acaudaladas sufren los estragos del racismo en el país. El último caso es el de LeBron James. Alguien hizo ayer una pintada en la casa que James tiene en Los Ángeles.
Se trata de una mansión de 900 metros cuadrados. Está ubicada en el barrio de Brentwood. Una de las zonas más exclusivas de L.A. El jugador pagó 20,9 millones de dólares por ella en 2015. Pero ni siquiera esa exclusividad está exenta de ataques racistas.
El miércoles por la mañana la puerta principal de la mansión apareció con una pintada. En ella se podía leer "nigger", palabra que significa negro, pero que cuenta con una gran carga ofensiva.
TMZ, el portal de las celebridades, fue el primer medio en hacerse eco de la situación. La policía acudió al lugar para investigar los hechos.
LeBron habla de la pintada
LeBron James ha hablado. A pocas horas de afrontar sus octavas Finales de la NBA. Y ha hablado de racismo.
Para empezar, se ha referido a su familia. "Mi familia está segura. Eso es lo más importante". Pero también ha denunciado el racismo existente en Estados Unidos. El que se ve a primera vista y el latente.
LeBron ha asegurado que el racismo está ahí. "Forma parte de la vida diaria", ha dicho, para añadir que "ser negro en Estados Unidos es duro".