Lonzo Ball solo probará antes del draft con Los Angeles Lakers. El ex de UCLA no tiene pensado mostrar sus encantos a ningún equipo más de la NBA porque la apuesta de su entorno no es otra que el base sea seleccionado en el segundo puesto del draft por el equipo angelino.
Lo ha dicho su padre, LaVar Ball, a Lakers Nation en lo que podría ser una de las pocas declaraciones creíbles del progenitor de jugador, el mismo progenitor capaz de hacer peticiones irracionales de dinero a las multinacionales de la ropa deportiva, ofrecer declaraciones pavorosas salpicadas de sandeces sin freno y regalar afirmaciones que harían sonrojar al más pintado por su falta de verosimilitud.
El caso es que LaVar Ball ha dejado claro que su hijo solo hará entrenamientos privados con los Lakers porque su objetivo no es otro que acabar en el equipo entrenado por Luke Walton. Ese era su deseo y desde ayer está más cerca de hacerse realidad al obtener los Lakers la segunda elección del draft.
Pelearán por ese segundo puesto jugadores como Markelle Fultz, que apunta como número 1, De'Aaron Fox, Josh Jackson o Jayson Tatum, si bien Ball es el que más papeletas tiene para ser segundo a pesar de lo molesto que resulta su padre.
Ball nació en Anaheim (California), acudió a un instituto de su estado natal y jugó en su etapa universitaria en la californiana UCLA. Llegar a Lakers implicaría seguir viviendo en su casa y militar en el equipo con el que siempre ha soñado jugar.