Los Golden State Warriors han cerrado un acuerdo que les permitirá seguir jugando en el Oracle Arena de Oakland hasta que se lleve a cabo el traslado del equipo a su nueva sede en San Francisco, el todavía en construcción Chase Center. Seguirán en su actual estadio al menos hasta 2019.
El nuevo acuerdo ha sido rubricado por la franquicia y la Joint Powers Authority, entidad que gestiona el estadio de propiedad pública, tras ser aprobado por las autoridades municipales de Oakland y las del condado de Alameda, al que pertenece la ciudad.
Aunque no se han dado a conocer los términos económicos del acuerdo, sí se sabe que la renta que pagan los Warriors por jugar en el Oracle Arena se ha visto incrementada. A cambio, los vigentes campeones de la Conferencia Oeste se aseguran una opción que les permitiría jugar 3 años más en Oakland, hasta 2022, en caso de que las obras de su nuevo estadio se retrasen por cualquier motivo.
La construcción del Chase Center está previsto que se concluya en el verano de 2019, de forma que los Warriors puedan iniciar la temporada NBA 2019-20 en el flamante estadio del otro lado de la bahía cuyo coste previsto ronda los 1.000 millones de dólares.