Gordon Hayward ni siquiera está aún deshojando la margarita. La estrella de Utah Jazz no ha tenido tiempo de pensar en su futuro. Acaba de terminar la temporada para él. Por eso, todavía está con el chip competitivo en la cabeza. Nada de contratos en su mente.
Utah tendrá que convivir con la incertidumbre. El jugador en torno al cual la franquicia ha crecido podría marcharse. Hayward tiene una opción de jugador respecto a su último año de contrato. De ejercerla, jugaría un año más con Jazz. A cambio de 16,7 millones de dólares. Un salario por debajo de su actual estatus NBA. De no ejercerla, se convertirá en julio en agente libre.
Preguntado por ello, el jugador se muestra claro. "Es difícil pensar ahora en eso... todavía siento como si tuviera que pensar en el siguiente partido", ha respondido. Eso sí, ha dejado claro que se siente feliz en Salt Lake City.
Lo que necesita ahora Hayward es tomarse un respiro. Descansar. Para digerir como se merece una larga y exitosa temporada.
Una gran temporada
Hayward jugó su 7ª temporadas en Jazz. Alcanzó por 2ª vez los playoffs. Tras quedar su equipo 5º del Oeste. Ganó en 1ª ronda a Clippers. Y perdió 4-0 en semifinales de conferencia ante los imbatibles Warriors. Fue la temporada en la que se estrenó como All-Star.
El ex de Butler está en plena madurez con 27 años. Promedió 21,9 puntos en temporada regular. Y mejoró en los 11 partidos de postemporada. Con 24,1 puntos, 6,1 rebotes y un 41% desde el triple. Todo eso vale dinero y atrae el interés de los equipos. Los Celtics, por ejemplo. Pero habrá bastantes más. Y el jugador lo sabe. Por eso, no parece tener prisa.