A punto de hacer historia. En un día muy señalado: el día en el que su hermana Chyna hubiera cumplido 23 años de no mediar hace días un fatal accidente. Isaiah Thomas rompió moldes sin importarle sus circunstancias adversas, incluida un largo paso por el dentista horas antes del partido.
Thomas se pasó más de 4 horas en el dentista viendo cómo reparaban su maltrecha dentadura, de la que saltó un diente por los aires en el primer partido ante los Wizards.
Con todos esos condicionantes, el pequeño base de Boston saltó a la cancha en el 2º choque contra Washington y estuvo a un paso de hacer historia.
Isaiah metió 53 puntos -¡20 en el cuarto final y 9 en la prórroga! para dar la victoria a su equipo por 129-119.
Nadie había metido tantos puntos en un partido de playoff de la NBA desde que Allen Iverson hiciera 55 en el año 2003.
Thomas se quedó, además, a un punto de empatar el histórico récord de anotación de John Havlicek con la franquicia no menos histórica de los Celtics. Ese récord permanece tras el partido de anoche y está fijado en 54 puntos.
"Es bonito estar en la historia de los Celtics con todos estos grandes jugadores, pero hasta que uno no gana un campeonato no se puede considerar un grande", aseguró Thomas tras el partido. Lo cierto es que el pequeño jugador empieza a ser ya un grande por méritos propios.