Por primera vez en la presente temporada, James Harden no pudo estar sobre la pista con sus compañeros. La ausencia de su gran estrella no impidió a los Rockets hacerse con la victoria en su visita a la cancha de unos Phoenix Suns que encadenan ya 12 derrotas consecutivas.
Un síndrome viral agudo dejó a Harden fuera de combate pocas horas antes del comienzo del partido en Arizona, pero sus compañeros no tuvieron problema (116-123) para resolver su enfrentamiento con unos Suns empeñados en terminar los últimos del Oeste. Y eso que tampoco fue de la partida Trevor Ariza, baja por motivos personales.
Hasta 4 jugadores de los Rockets –Patrick Beverley, Eric Gordon, Troy Williams y Lou Williams- superaron la veintena anotadora, con Beverley como hombre más destacado, con 26 tantos, 7 rebotes y 9 asistencias.
Troy Williams, llegado el mismo domingo desde la NBADL y titular accidental por la baja de Ariza, sumó 18 de sus 21 puntos en la primera mitad para firmar su máxima anotación en la NBA. Suyos fueron 5 de los 14 triples que permitieron a los Rockets seguir agrandando su récord y superar ya la cifra de 1.100 triples anotados en esta temporada. Lo peor para los texanos, la lesión de Sam Dekker en el último cuarto que le podría dejar fuera 1 mes.
En los Suns, brilló el base novato Tyler Ulis, quien firmó el mejor partido de su carrera con 34 tantos y un doble 9 en puntos y asistencias que le dejó al borde del triple-doble. Devin Booker anotó 27, pero no estuvo fino en el tiro y perdió 8 balones. Los locales llegaron a estar a solo 3 puntos en el cuarto final, pero los Rockets terminaron controlando sin problema el final del encuentro.