Se veía venir. El juego de Ricky Rubio había dado un salto cualitativo y cuantitativo importante en las últimas semanas. Marzo estaba siendo el mejor mes competitivo del jugador de El Masnou desde que llegara a la NBA y anoche puso colofón al mes con una actuación excepcional.
Minnesota ganó 119-104 a Lakers en un partido intrascendente a nivel competitivo, pero entretenido a nivel baloncestístico. Lakers es un equipo que se le da tradicionalmente bien a Rubio, ¡pero anoche se le dio más que bien!
El base español batió su marca anotadora en la NBA (y su récord como profesional) al terminar con 33 puntos, pero fue más que eso. Sumó 33 puntos, 10 asistencias, 5 rebotes y 2 recuperaciones en 38 primorosos minutos en los que mostró la tremenda mejora en el tiro exterior que ya había dejado atisbar a lo largo del mes. Encestó el 60% de sus tiros de campo con un gran 4 de 5 desde el triple. Nada que ver con el Ricky de antaño.
Rubio formó un trío letal con Karl-Anthony Towns (32 puntos y 9 rebotes) y Andrew Wiggins (27 puntos), dos números 1 del draft que siguen creciendo. Entre los 3 sumaron 92 puntos. Y a ellos se unió el notable partido de Gorgui Dieng en muchos aspectos del juego.
El partido llegó al descanso con un explosivo 67-60 y Minnesota apretó las tuercas en defensa en la segunda mitad para dejar a los angelinos en 44 puntos. Con Tom Thibodeau apostando de nuevo por poner juntos en pista a Ricky Rubio y el novato Kris Dunn (38 y 30 minutos).
Unos Lakers sin defensa
Los Lakers volvieron a ofrecer una mala imagen, sobre todo en defensa, para perder otra vez.
Tuvieron a 7 jugadores en dobles figuras anotadoras con Jordan Clarkson (18 puntos y 7 asistencias) a la cabeza. D'Angelo Russell hizo 14 puntos y se vio superado en todo momento por Rubio y Julius Randle acabó con un doble-doble.