Los Warriors respiran, en cierto modo, aliviados. La lesión de Kevin Durant es seria, pero no tan grave como en principio se suponía. El alero de Golden State estará al menos 4 semanas de baja. Entonces se dictaminará si vuelve al juego o no.
Ello implica que, si Durant cumple los plazos, podría volver a jugar a principios de abril, a tiempo de afrontar la recta final de la temporada regular y con la seguridad de llegar en forma a los playoffs, un elemento crucial para las aspiraciones de Warriors de cara al anillo.
Durant se ha sometido hoy a una resonancia magnética y ésta ha revelado que sufre un esguince de segundo grado con contusión ósea en la rodilla izquierda que afecta al ligamento colateral medial.
La jugada de la lesión llegó cuando apenas se habían jugado 57 segundos del Wizards-Warriors. En la lucha bajo el aro, el local Marcin Gortat empujó al visitante Zaza Pachulia y éste cayó sobre la rodilla de su compañero Durant, que siguió jugando un par de posesiones hasta que fue sustituido y se marchó a los vestuarios.
La baja de Durant ha supuesto un durísimo golpe para el español José Manuel Calderón, que iba a ser jugador de Warriors y que ahora se quedará sin equipo. Golden State le firmará un contrato porque ya tenía un acuerdo con él, pero le cortará para poder fichar al alero Matt Barnes, que ocupará la plaza de Durant.