Parece solo cuestión de tiempo. En unos días, si nada se tuerce, José Manuel Calderón será nuevo jugador de Golden State Warriors, el equipo líder de la NBA y máximo favorito para hacerse con el título este año. Antes, tiene que cerrar el acuerdo que permita su salida de los Lakers.
El acuerdo con los Lakers podría cerrarse en las próximas horas, dado el interés de ambas partes por poner fin a su relación y la necesidad de que ese acuerdo se produzca antes del 1 de marzo, de forma que Calderón sea elegible para jugar los playoffs con el nuevo equipo por el que firme.
Es cuestión de ponerse de acuerdo en una cifra económica o, lo que es lo mismo, en a qué parte está dispuesto a renunciar el jugador español de los algo más de 2 millones de dólares que le restan por cobrar este año.
Un seguro en el puesto de base para los Warriors
Una vez se cierre el acuerdo de rescisión, Calderón pasará a formar parte de la ‘lista de excluidos’ y si en 48 horas ningún equipo con espacio salarial suficiente reclama su contrato, algo bastante improbable, quedará libre para firmar con quién quiera. Ese alguien serán los Warriors, según confirman múltiples medios estadounidenses.
La franquicia de la bahía de San Francisco ya ha anunciado que no renovará al temporal Briante Weber, cuyo segundo contrato de 10 días vence este domingo.
Steve Kerr, sin dar nombres, ha dado pistas sobre quién ocupará la plaza de Weber. “Será un base. Creemos que tenemos un sustituto, pero no está cerrado. Esperemos a que sea oficial”, ha asegurado el entrenador de los Warriors.
De incorporarse finalmente a los Warriors, Calderón, en principio, tendrá asignado un papel secundario en la rotación del equipo y es de esperar que apenas disfrute de minutos salvo lesión de algún jugador exterior.
Aun así, en el conjunto californiano se valora su experiencia, su buen tiro exterior y su encaje en el fluido estilo de juego del equipo, lo que le convierte en un inmejorable seguro en caso de necesidad.