Los jugadores que más estuvieron en la cuerda tensa del traspaso terminaron quedándose en sus equipos. Fueron los casos, por ejemplo, de Jimmy Butler, Derrick Rose, Nikola Mirotic, Ricky Rubio o el jugador que nos ocupa, Paul George.
Se habló mucho de la posible salida de George de su equipo de siempre, Indiana Pacers. Trascendió que el equipo podría buscar un traspaso y reconstruir en torno a Myles Turner. Y fue muy 'vintage' leer los rumores en torno a Indiana.
Porque el mandamás deportivo de Pacers se llama Larry Bird y porque dos equipos que sonaron mucho fueron los Lakers y los Celtics, liderados en los despachos en lo deportivo por Magic Johnson y Danny Ainge. Todo con un sentido muy clásico de los 80.
¡Larry Bird negociando con Magic Johnson! ¡Larry Bird discutiendo en torno a George con su excompañero Danny Ainge! Pero al final nada se concretó. Parece que el que estuvo más cerca fue Boston. De hecho, Marc Stein, de ESPN, llegó a decir que los Celtics lo tuvieron a tiro, pero al final el equipo céltico se fue de vacío del mercado de invierno una vez más.
Un tercer equipo que sonó fue Denver Nuggets, pero éste tenía menos glamour en sus despachos y las conversaciones no parecieron tener mucho recorrido porque no estaban dispuestos los Nuggets a ceder demasiado talento.
Contrato largo
A pesar de que Bird tuvo que verse en intensas conversaciones en torno a George, la intención del presidente de Indiana Pacers siempre fue quedarse con el alero y convencerle de que firme una renovación larga con el equipo.
De hecho, se habló en principio de que Pacers buscaría en el mercado reforzarse, atraer talento en torno a George, pero lo cierto es que esa idea ha sido irrealizable porque bastante ha tenido Indiana con conservar en sus filas a un jugador por el que muchos equipos estaban dispuestos a apostar.