Todo es posible con Russell Westbrook en juego. Hasta que, como anoche, el base salga con cara de pocos amigos de un partido en el que ha metido 46 puntos. No consiguió esta vez un triple-doble, pero poco le importó. Lo que verdaderamente le dolió fue la derrota.
El base de Oklahoma City Thunder tuvo el triple final para ganar, pero lo erró y su equipo perdió 108-110 ante Atlanta Hawks. Por eso, la gran estrella de Thunder se fue de la pista con la cara de las peores noches a pesar de haber obrado otro pequeño milagro sobre la pista.
Westbrook acabó el juego con 46 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias para seguir promediando un triple-doble en la temporada. En 28 partidos lleva 30,9 puntos, 10,5 rebotes y 10,9 asistencias. Unos números que parecen de ciencia ficción.
Anoche, ante Atlanta, lanzó 33 tiros de campo con un acierto de casi el 50%, ejecutó 10 triples y dispuso de 13 libres, y con ese nivel de balón en las manos perdió 4 bolas, un número asumible. Hizo otro partidazo en un equipo que sigue sin Victor Oladipo.
Lo malo para Russ es que tuvo como rival a un equipo que no se arrugó. Dennis Schröder (31 puntos y 8 asistencias) y Paul Millsap (30 tantos, 11 rebotes y crucial al final) pusieron las bases de la victoria en un partido sin Dwight Howard en el que Mike Budenholzer partió de salida con un quinteto con 4 bajos más Millsap.