Los Cleveland Cavaliers quieren que su actual pista, el Quicken Loans Arena, no tenga nada que envidiar a las mejores y más modernas de la NBA y, para ello, han anunciado un ambicioso plan por el que pretenden invertir 140 millones de dólares en reformar el estadio, construido hace más de 20 años.
Los Cavs pretenden dar al pabellón, inaugurado en 1994 y conocido popularmente como The Q, un aire nuevo tanto en el exterior como en el interior y, sobre todo, dotarlo de las instalaciones de entretenimiento de las que ya gozan casi todos los estadios de la NBA con el fin de convertir la noche de partido en una experiencia completa.
Así, la mayor parte de los 140 millones de inversión anunciados se destinarían a crear nuevos espacios para bares, restaurantes y tiendas y, en general, para que los aficionados puedan moverse libremente y sin apreturas y disfrutar cómodamente de las instalaciones. Para ello, aparte de reformarse espacios, se ampliará el actual edificio.
La reforma traerá también consigo una reducción en la capacidad de las gradas, que pasarán de poder albergar en la actualidad a 20.562 espectadores a algo menos de 20.000 tras los cambios.
Las obras serán financiadas a medias por los Cavaliers y por la ciudad de Cleveland, aunque, según se ha anunciado, no será necesaria la creación de nuevas tasas para ello. Está previsto que finalicen en 2020 y durante su realización, en diversas fases, no será necesario cerrar el estadio.
Con los cambios, se espera que el Quicken Loans Arena pueda seguir en activo y siendo la sede de los Cavs hasta el año 2034.