Una falsa amenaza de bomba sobre el vuelo que les transportaba alteró el viaje de los Celtics a Oklahoma City donde hoy deben enfrentarse a los Thunder. Por suerte, la amenaza, finalmente, resultó no tener ningún fundamento y el equipo llegó sin problemas a su destino.
Según ha informado el FBI, la policía de Oklahoma City recibió una llamada que aseguraba que había un artefacto explosivo en el vuelo de los Celtics. El avión del equipo de Boston había partido poco antes del aeropuerto de Hanscom Field en Bedford (Massachussetts), al noroeste de Boston, en dirección a Oklahoma.
Agentes locales y del FBI y los equipos de emergencia se movilizaron de inmediato para tratar de comprobar la veracidad de la amenaza y asistir en un posible aterrizaje de emergencia que, finalmente, no fue necesario.
De hecho, el avión ni siquiera fue desviado al aeropuerto más cercano, lo que podría indicar que las autoridades, pese a adoptar todas las precauciones necesarias, no dieron demasiada credibilidad a la llamada.
Sólo a un reducido grupo de personas de la expedición céltica les fue comunicada la situación, sin que los jugadores tuvieran noticia durante el vuelo de lo que estaba ocurriendo.
Aterrizaje sin incidencias
La aeronave tomó tierra en el aeropuerto Will Rogers de Oklahoma City a las 5:45 de la tarde, hora local, tal y como estaba previsto. Una vez en tierra, sus ocupantes fueron desembarcados y se registró tanto el avión como todo el equipaje sin encontrar nada sospechoso, por lo que se desactivó la alerta.
Los jugadores de los Celtics, entre los que estaba el dominicano Al Horford, pudieron llegar a su hotel sin mayores contratiempos y el FBI mantiene abierta la investigación para tratar de averiguar quién fue el autor de la llamada sobre la falsa bomba que causó la alerta. En caso de ser localizado, podría enfrentarse a una larga condena de cárcel.