Cifra redonda para LeBron James: 1.000 partidos de temporada regular en la NBA. Y todavía tiene 31 años. La leyenda de Akron jugó anoche su partido número 1.000 ganando con facilidad a Dallas Mavericks (128-90) y firmando un doble-doble (19 puntos y 11 asistencias).
James ni siquiera ambicionó lucirse a lo grande en el partido de su primer milenio. De hecho, fue el tercer máximo anotador de Cleveland por detrás de Kevin Love y Kyrie Irving. Su objetivo no es otro que seguir jugando Finales y ganando anillos. Lo de anoche no era más que una estadística más en su cúmulo de estadísticas espectaculares.
LeBron solo fue una vez suplente en esos 1.000 partidos, que empezaron el 29 de noviembre de 2003. Aquel día debutó tras haber sido elegido en el primer puesto del draft por los Cavs sin haber pasado por la universidad. Ya ha llovido desde entonces. Ahora afronta su decimocuarta temporada en la liga.
En esos 1.000 partidos, LeBron ha sumado 27.138 puntos, 7.174 rebotes y 6.938 asistencias en 38.942 minutos. O lo que es lo mismo, ha promediado 27,1 puntos, 7,2 rebotes y 6,9 asistencias en 38,9 minutos.
El momento mágico
La estrella de Ohio jugó en Cleveland, se marchó a Miami y regresó de nuevo a su estado natal para dar a los Cavaliers su mayor momento de gloria: ganar su primer título de la NBA remontando un 3-1 adverso. Remontada histórica para un título histórico. Ha sido, sin duda, su momento mágico.
En su carrera, LeBron ha jugado 7 Finales y ha ganado 3. Ha sido 4 veces MVP de la temporada y 3 de las Finales, ha estado en 12 All-Star, lideró la anotación una vez, fue líder de eficiencia (PER) en 6 ocasiones y estuvo en el Primer Equipo de la temporada 10 veces.
James ha anotado 50 o más puntos en 10 ocasiones, ha firmado 44 triples-dobles, ha sido 32 veces Jugador del Mes y 55 Jugador de la Semana.
Su trayectoria resulta desbordante y parece no tener techo. Porque con 31 años, aún tenemos LeBron para rato.