Rajon Rondo jugó anoche en el Staples Center. El base llevaba una semana fuera del juego por culpa de un problema en un tobillo y de una bronquitis, una baja que le había impedido vestirse de corto ante Portland Trail Blazers y Utah Jazz.
El regreso era complicado, ante Chris Paul y los Clippers, y como visitante. Al final, derrota por 102-95 con Rondo haciendo uno de los partidos más convincentes que se le han visto con Chicago: 9 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias. Cercano al triple-doble, tirando poco pero bien (4 de 7 en el tiro), aunque sin premio colectivo. Jugó 35 minutos.
Chicago tiene una marca de 8-3 sin él y de 0-2 con él. Porque el equipo funcionó muy bien en los 2 partidos que se ausentó, partidos que resolvió Chicago ganando a domicilio a Portland (88-113) y Utah (77-85) mostrando un registro muy variado.
En ambos partidos entró en el quinteto inicial Jerian Grant y el equipo funcionó de forma sobresaliente.
La sombra de Derrick Rose es alargada y Rondo aún no ha calado en la afición. Solo ha jugado 11 partidos con los Bulls, pero su números están lejos de los que le llevaron a brillar la pasada temporada con Sacramento Kings y a convertirse en el máximo asistente de la NBA.
Por ahora, promedia 7,7 puntos, 6 rebotes y 6,6 asistencias con muy bajos porcentajes de tiro. Eso sí, no es lo mismo jugar en los Kings que en los Bulls, las plantillas son muy distintas. En Chicago tendrá que compartir mucho más el protagonismo en la cancha.