Inesperado. O no tanto. El caso es que Pablo Prigioni se ha quedado sin equipo tras ser cortado hoy por Houston Rockets. El descarte ha sido anunciado por el general manager de Houston, Daryl Morey, y ha inhabilitado algunos rumores que decían que el cortado iba a ser Tyler Ennis.
Estaba claro que Rockets tenía que desprenderse de un base, pero en un principio no parecía que Prigioni estuviera en las quinielas. Sin embargo, la llegada al equipo de Mike D'Antoni hacía presagiar algunas dificultades para el de Río Tercero, dado que su juego más pausado y cerebral casaba poco con la vorágine vertiginosa que el técnico quiere imprimir al equipo.
Lo cierto es que la baja prolongada de Patrick Beverley había generado esperanzas de más minutos de juego para Prigioni. Nada más lejos de la realidad.
Prigioni tenía contrato con Houston hasta 2018 por valor de 2,23 millones de dólares, pero en realidad solo tenía garantizado el próximo año, por lo que percibirá 1,05 millones tras su despido.
Una trayectoria NBA sólida
El caso de Prigioni resulta casi insólito. Llegó a la NBA en la recta final de su carrera cuando nadie lo esperaba y ahora, con 39 años, ha cumplido ya 4 temporadas en la mejor liga del mundo tras pasar por Knicks, Rockets y Clippers, 3 franquicias con peso.
El armador cordobés ha jugado en esos 4 años 270 partidos y se ha permitido el lujo de ser titular en 51. Ha promediado 3,5 puntos y 2,8 asistencias con un 37,9% en el tiro de 3.
Prigioni ha jugado 5 encuentros amistosos esta pretemporada con Rockets, pero hoy hemos sabido que no vivirá una segunda etapa con el equipo de Houston.
Los Rockets han cerrado su plantilla al hacer sus 4 descartes finales. Además de Prigioni, han caído P.J. Hairston, Le'Bryan Nash y Gary Payton II, por lo que han sido 2 los bases despedidos finalmente.