Segundo partido amistoso de los Warriors de Stephen Curry y Kevin Durant y primera exhibición de las que no se olvidan. Los de Steve Kerr ofrecieron un memorable espectáculo que redujo a la mínima expresión a los Clippers: 120-75. Y porque Golden State se frenó en el cuarto final.
El big four de Warriors hizo lo que quiso. Especialmente, Klay Thompson y Kevin Durant. Lo de Thompson fue de otra galaxia: ¡30 puntos en 21 minutos con 6 triples de 9 intentos! Y lo de Durant resultó de una plasticidad y versatilidad máxima: ¡21 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias y 2 tapones en 24 minutos!
Stephen Curry acabó con 14 puntos, 5 asistencias y 3 triples en 23 minutos y Draymond Green añadió 8 tantos, 9 rebotes y 5 pases de canasta en 22.
El primer cuarto acabó 35-19 y los Warriors alcanzaron el descanso ganando 71-33, ¡pero es que al final del tercer período el resultado era 102-51! Doblando al rival y ganando por 51. Una masacre. Menos mal que los de la Bahía de San Francisco bajaron el pistón en la recta final.
Unos Clippers humillados
Frente al imparable espectáculo del big four de Warriors, el humillante relato del big three de Clippers, que presentó números inexplicables. Blake Griffin, el mejor, hizo 6 puntos y 6 rebotes, DeAndre Jordan firmó 4 tantos y 4 capturas en los aros y Chris Paul se fue del partido con 1 punto y 1 asistencia.
Pero es que a todo este despropósito se sumaron jugadores como Austin Rivers (0 de 8 en el tiro) o Jamal Crawford (0 de 7).
Paul Pierce jugó 7 minutos tras su decisión de no abandonar el baloncesto y el mejor de Clippers fue, para más inri, el ex Warrior Marreese Speights, autor de 14 puntos en 17 minutos.