Llegó por fin el día en el que los Sixers vieron al joven Joel Embiid vestido de corto en una cancha enfrentándose a un equipo rival. Han sido 2 años de espera desde que el que fuera jugador de Kansas fue seleccionado en el tercer puesto del draft de 2014 por los de Filadelfia. No jugaba un partido desde su etapa universitaria.
Embiid fue titular en el Sixers-Celtics, primer partido preparatorio de ambos equipos en la pretemporada. Sus minutos estuvieron limitados, pero no lo hizo nada mal al acabar con 6 puntos, 4 rebotes y 2 tapones en 13 minutos. Su equipo ganó 92-89.
El pívot camerunés debutó así de forma oficiosa en la NBA con 22 años tras atravesar un desierto duro, después de vivir un calvario. El pie derecho tuvo la culpa de todo. Desde 2014 a 2016 su única pretensión fue poder jugar, pero las críticas arreciaron por su mala actitud.
En algunos medios surgió la crítica por su falta de profesionalidad, una falta de ética de trabajo que le llevó a perderse jornadas de rehabilitación, una mala actitud que le costó una multa aplicada por los Sixers.
Ahora, todo empieza a funcionar. Eso sí, habrá que ver qué recorrido tienen las buenas noticias para Embiid y los Sixers, un equipo que amaga salir del pozo.