Chris Bosh no estará con sus compañeros de Miami Heat en el inicio de la pretemporada. Tras muchas especulaciones durante las últimas semanas, los servicios médicos de la franquicia no han dado finalmente el visto bueno a que el jugador se incorpore a los entrenamientos.
El equipo ha confirmado en un comunicado lo avanzado poco antes por algunos medios, que Bosh no ha superado el examen físico al que todos los jugadores han de someterse de forma previa a la incorporación al training camp.
En el caso de Bosh, ese examen ha sido mucho más exhaustivo y ha incluido el ser examinado por varios médicos en los últimos días para tratar de aclarar cuál es su actual estado y, sobre todo, si existe riesgo o no en caso de regresar al juego.
Todo ello tras tener que poner fin a sus dos anteriores temporadas por culpa de la formación de coágulos en su torrente sanguíneo. Una dolencia grave que amenaza con terminar con su carrera.
Posible conflicto a la vista
El 11 veces All-Star había insistido en estos días en que se encontraba recuperado y totalmente listo para retomar la actividad deportiva. Una opinión que los médicos del equipo no parecen compartir.
Queda por ver cuál será ahora la reacción del jugador y qué decidirá la franquicia, que, de momento, ha asegurado que no hay fecha para su regreso. Si Bosh no recibe el visto bueno de los doctores, podría verse obligado a retirarse por razones médicas.
Algo que, según las malas lenguas, no le importaría en absoluto al club, que obtendría así un enorme espacio salarial al poder descontar de sus libros, y de su tope salarial, el millonario salario de su hasta ahora estrella.