Con 38 años cumplidos el pasado mes de junio y 2 años por delante de un nuevo y millonario contrato firmado con los Dallas Mavericks este verano, Dirk Nowitzki no quiere poner fecha de momento a su retirada y prefiere ir viendo cómo van las cosas y cómo responde su físico antes de tomar una decisión.
El alemán está a punto de empezar su 19ª temporada en la NBA, una cifra que apenas una docena de jugadores han alcanzado en la historia de la liga, y no descarta seguir más allá de su actual acuerdo, aunque también podría abandonar antes porque tiene claro que la decisión la irá tomando año a año en función de que su estado físico le permita seguir siendo competitivo.
“Firmar un contrato de 2 años no quiere decir que necesariamente tenga que jugar esos 2 años”, ha asegurado estos días durante un acto promocional , “Creo que veremos cómo va la cosa el próximo año, cómo responde el cuerpo y entonces, tomaremos una decisión sobre el próximo año”.
Lo cierto es que con un anillo de campéon, un título de MVP, 13 presencias en el All-Star, 4 presencia en el Mejor Equipo de la NBA, al que ha sido buque insignia de los de Mavericks durante las 2 últimas décadas no le queda nada por lograr ni mucho menos por demostrar en la NBA. Su único motor actual es seguir disfrutando de lo que más le gusta, jugar al baloncesto.
Nowitzki reconoce que le gustaría completar esas 2 temporadas e incluso, por qué no, seguir más allá, pero todo depende de que el cuerpo aguante. Lo que tiene claro es que le hace feliz poder terminar su carrera en Dallas, donde siempre ha querido estar. Y cuando le preguntan si quiere un despedida larga y llena de atención al estilo de Kobe Bryant o discreta en exceso como la de Tim Duncan, no se queda ni con la una ni con la otra. Eso sí, reconoce sentirse, por carácter, más cercano al estilo de Duncan. En cualquier caso, es algo en lo que todavía no quiere pensar.