Beano es una pequeña población situada en el norte de Italia, muy cerca de las fronteras de Austria y Eslovenia. Una población perdida, más aún allá por 1922. El 14 de enero de aquel año, día a buen seguro frío, nació en Beano Henry Arcado 'Hank' Biasatti, un bebé más en un pueblo con no demasiados bebés. Pues bien, esa pequeña criatura se convertiría 24 años más tarde en un deportista atípico que rompió fronteras.
El 1 de noviembre de 1946 el Maple Leaf Gardens de Toronto acogió el primer partido de la historia de la NBA, entonces denominada BAA. Jugaron Toronto Huskies y New York Knicks. La victoria se decantó del lado neoyorquino por 66 a 68. Solo hubo un no estadounidense en la cancha de aquel partido inaugural, de aquella cita histórica que congregó a 7.090 personas en la grada: Hank Biasatti.
Biasatti se convirtió de un plumazo en el primer extranjero en jugar en la NBA debutando a la misma vez que se estrenaba la competición, y de paso fue el primer europeo, aunque para entonces ya tenía bien ganada desde su infancia la nacionalidad canadiense.
Jugaba de base, medía 1,80, era zurdo y apenas disputó 6 partidos como profesional del baloncesto, partidos en los que anotó un total de 6 puntos, pero hizo historia.
Y esa historia no fue simple. ¡Porque Biasatti se convirtió tras esos partidos en profesional del béisbol! Así consiguió acrecentar su mito al jugar en otra de las 4 ligas mayores de Estados Unidos, la que ahora es la MLB. Lo hizo en 1949 con Philadelphia Athletics. Jugaba de primera base y debutó el 23 de abril. Su experiencia se concretó solo en 21 partidos, los suficientes, eso sí, para ser el único canadiense de la historia en jugar en las ligas mayores de baloncesto y béisbol estadounidenses.
Biasatti, al que la II Guerra Mundial partió su carrera por la mitad, jugaría muchos años más al béisbol, pero ya no en la primera liga.
Un hito inesperado
Nuestro protagonista se trasladó de niño a Canadá con su familia y creció en Windsor (Ontario). En Canadá estudió en el instituto y luego jugó en la universidad de Assumption y en la de Long Island compaginando como pudo el baloncesto y el béisbol.
Con Assumption llegó su primer gran hito deportivo. Corría el mes de noviembre de 1945. El rival era mítico: los Harlem Globetrotters. Pues bien, los Globetrotters cayeron inesperadamente por 49-45 en una noche mágica de Biasatti. El italo-canadiense anotó 2 canastas decisivas cuando el partido estaba empatado a 43 y terminó siendo la estrella con 11 puntos.
Estamos ante un deportista que fue pionero en muchas cosas y que terminó siendo entrenador en los 50 y 60. Su vida no fue corta, tampoco extraordinariamente larga. Vivió 74 años. El 20 de abril de 1996 falleció en el estado de Michigan. Un lustro después, en 2001, ingresaba a título póstumo en el Salón de la Fama del baloncesto canadiense.
Cada año se incorporan más jugadores internacionales a la NBA. El número de extranjeros crece sin parar. La próxima temporada se batirán todos los registros. Pero pocos o ninguno se acordará de Biasatti. Él fue el primero. Como Marco Polo, como Cristóbal Colón, como los hermanos Montgolfier o los hermanos Wright, como Yuri Gagarin o Neil Armstrong. Un auténtico pionero. Pero más modesto, claro está. Como más de andar por casa. Sin embargo, esa mayor modestia no merece el olvido.