La situación de Jrue Holiday es tremenda. Él está sano y podría empezar sin problemas la próxima temporada, pero no lo hará. Su esposa, Lauren Holiday, tiene un tumor cerebral que ha de ser extirpado, y para mayor complicación está embarazada.
Lauren es una conocida estrella del fútbol femenino estadounidense recientemente retirada que logró a lo largo de su carrera dos oros olímpicos, en Pekín 2008 y Londres 2012, y un Mundial con la selección de los Estados Unidos. Ella y su marido se conocieron en UCLA, cuando ambos eran estudiantes.
Los médicos no extirparán el tumor, considerado benigno, hasta que no tenga lugar el parto, previsto para mediados de octubre. A partir de ahí, tendrán que aguardar unas 6 semanas para proceder a la intervención quirúrgica. Esto sitúa a Holiday perdiéndose la parte inicial de la que ha de ser su cuarta temporada en las filas de Pelicans.
"Mi familia está antes que el baloncesto. Mi mujer es lo más importante para mí en este mundo", ha declarado el jugador, que ha encontrado la comprensión máxima por parte de su club, lo que ha agradecido públicamente.
Holiday, de 26 años, sufrió en pasados cursos por su estado físico, pero en la última temporada pudo jugar 65 partidos de fase regular en los que promedió 16,8 puntos, 6 asistencias y 1,4 recuperaciones de balón.
La baja del jugador es indefinida y no finalizará hasta que se resuelva su situación familiar.