Los Sixers han tenido una enorme paciencia con Joel Embiid. Y parece que esa paciencia empieza a dar sus frutos. El joven pívot está ya listo para jugar tras pasarse 2 años en blanco. Una grave lesión le ha impedido hasta la fecha debutar en la NBA.
Embiid brilló en su único año en Kansas. Acabó el curso con 11,8 puntos, 8,1 rebotes y 2,6 tapones en 23,1 minutos de juego. Fueron 28 partidos universitarios que le catapultaron al número 3 del draft de 2014. Pero su carrera profesional, 2 años después, aún no ha arrancado.
Una grave lesión en el pie derecho se convirtió en su infierno particular. Una fractura muy delicada en el escafoides tarsiano le dejó incapacitado para la práctica deportiva. El camino ha sido largo.
El pívot de los Sixers, un 2,13 de 22 años, quiere demostrar su valía en la NBA. Una valía que alcanzó su máxima expresión universitaria en el terreno defensivo. Y ahora se encuentra "optimista" después de tantas dudas.
"Me siento al 100%", ha asegurado a Philly.com. Ha sido un verano intenso. Entrenamientos exigentes y partidillos de práctica con los compañeros. "Hemos estado trabajando mucho este verano y tuve la oportunidad de jugar un poco contra los chicos", dice satisfecho el jugador.
Ahora habrá que ver cómo se acopla al equipo en la pretemporada. Y, sobre todo, cómo responde su cuerpo.