Pocos jugadores representan en la NBA de una forma tan cruda el paso de un supuesto ascenso a los cielos a un real descenso a los infiernos. Anthony Bennett, sin embargo, ha encontrado hoy acomodo en la liga. Eso sí, se trata de un acuerdo de mínimos, de jugador de tercera fila.
Bennett fue seleccionado en el primer puesto del draft en 2013 por Cleveland tras jugar en Nevada-Las Vegas. Ese fue, sin duda, el primero error. Jamás tuvo que haber sido seleccionado en lo más alto del escalafón. Y luego vino el descalabro.
Datos para la historia, negativa, claro. Números lamentables en su año de novato. Carrera que fue de menos a nada. Hasta 3 equipos (Cleveland, Minnesota y Toronto) en sus 3 primeros años como profesional, algo increíble para un cabeza de draft. Y hoy ha firmado un contrato con Brooklyn Nets por 2 años. El primero está garantizado y el segundo no, y por ese primero cobrará el salario mínimo, apenas un millón de dólares.
No es de extrañar. Los números de Bennett con Toronto en el curso que hemos dejado atrás hablan por sí solos. Jugó 19 partidos en los que promedió 1,5 puntos y 1,2 rebotes en 4,4 minutos, metió solo el 29,6% de sus tiros de campo siendo un jugador interior y no dio una sola asistencia en los 84 minutos que dispuso en todo el campeonato.
El acuerdo con los Nets fue avanzado en Twitter por Shams Charania (The Vertical).