Rumores poco consistentes y ciertamente extraños habían surgido hace no mucho diciendo que LeBron James podría marcharse de Cleveland en el caso de conquistar el anillo. Nada más lejos de la realidad. El propio LeBron ha confirmado que se queda.
Fue poco antes de empezar el desfile festivo por el título, un desfile que llevó a 1,3 millones de aficionados a las calles de Cleveland. En ese momento, LeBron le dijo a Cleveland.com: "No tengo planes para marcharme a ninguna parte".
James reconoció que está viviendo el momento más feliz de su vida. Y parecía obvio que la gran estrella de los Cavs querría defender el primer título de la NBA conseguido por los Cavaliers, más aún tratándose de su tierra natal.
LeBron elevó su nivel de juego en los playoffs con respecto a la fase regular y aún lo llevó más arriba en las Finales, en las que terminó el 7º partido con un triple-doble y en las que promedió 29,7 puntos, 11,3 rebotes, 8,9 asistencias, 2,3 tapones y 2,6 robos para ser nombrado de forma unánime MVP.