Stephen Curry hizo un buen partido sosteniendo durante muchos minutos a su equipo cuando peor lo pasaba. Acabó el encuentro con 30 puntos, aunque su juego también tuvo algunas sombras. Pero la peor fue su forma de acabar la noche.
Porque la acabó prematuramente al ser expulsado. Restaban 4:22 para acabar el choque y su equipo aún tenía un hilillo de vida que desapareció con su expulsión.
Curry hizo una falta muy clara que era la sexta, la protestó airadamente y perdió los estribos lanzando su protector bucal contra el público. Todo ello le valió una doble técnica que le envió a los vestuarios ante la algarabía y la reprobación de la grada del Quicken Loans Arena.
Tras la expulsión de Curry, un triple de J.R. Smith mató definitivamente el partido.