Llega el tercer partido de las Finales de la NBA, Finales que se trasladan a Cleveland tras el rapapolvo sufrido por los Cavaliers en los 2 primeros partidos jugados en California. El equipo de Ohio tendrá que cambiar muchas cosas y no podrá contar con Kevin Love.
Definitivamente, Kevin Love no será de la partida. El ala-pívot titular de los Cavaliers no podrá vestirse de corto. La NBA ha informado hoy al equipo de que Love no podrá jugar debido a la conmoción cerebral sufrida en el segundo encuentro de la serie. Los protocolos de la liga en este tipo de lesiones son muy estrictos. Por ello, el jugador tendrá que ver el partido desde la banda.
La baja de Love debería ser cubierta, téoricamente, o por Richard Jefferson, si Tyronn Lue quiere buscar un equipo más bajo y dinámico, o por Channing Frye, que apenas está teniendo oportunidades en las Finales debido al formato de equipo que están utilizando ambos entrenadores.
Lo mejor que le sucede a los Cavaliers es que las Finales se desplazan a Cleveland. Las derrotas en Oakland por 104-89 y 110-77, la mayor diferencia registrada en unas Finales en los 2 primeros choques, han dejado muy tocados a los de LeBron James, que reconocía estos días la superioridad del rival y la necesidad de que su equipo cambie muchas cosas.
Cleveland está teniendo graves problemas en ataque, ofrece lagunas importantes en defensa y ha visto como su poderío desde el triple se ha desvanecido. LeBron James está demasiado solo y Tyronn Lue no encuentra soluciones.
Los Warriors disfrutan
Los Warriors están disfrutando. Han tenido 2 victorias contundentes a pesar de que sus dos grandes estrellas anotadoras están muy por debajo de lo esperado.
Stephen Curry apenas promedia 14,5 puntos y Klay Thompson solo hace 13, lo que convierte en aún más sorprendente el tremendo dominio de Warriors.
Golden State está demostrando una gran profundidad como equipo, está ofreciendo un trabajo defensivo espectacular y está dominando la pista con sus quintetos bajos con Draymond Green como gran estrella.