OKC Thunder se cargó a los Spurs y ya está haciendo sufrir, y mucho, a los Warriors. Las Finales del Oeste viajaban a Oklahoma y los de Billy Donovan no tuvieron piedad del rival, al que trituraron sin miramientos al ganar 133-105 para adelantarse 2-1.
Y pudo ser aún peor. Thunder rompió el partido en un fantástico segundo cuarto, aunque ya había avisado de su poderío en el primero. En el tercero, masacró aún más a los californianos y en el último, ya de basura, detuvo su orgía de baloncesto y levantó el pie del acelerador. Si no lo hubiera hecho, la ventaja final no hubiera sido 'solo' de 28 puntos.
Jamás había recibido tal correctivo la escuadra de Steve Kerr esta temporada. Muy duro el encajar semejante paliza en unas finales de conferencia. Un auténtico varapalo en el que no se salvó nadie, ni siquiera Stephen Curry (24 puntos) y Klay Thompson (18), que fueron los máximos anotadores de Golden State.
En el lado extremo, en lo negativo, Draymond Green. El ala-pivot visitante tuvo que ser expulsado en el segundo cuarto tras dar una patada en los genitales a Steven Adams, pero se libró al señalarse una flagrante de tipo 1. Eso sí, estuvo desquiciado y fuera de sitio todo el encuentro. Ello incluyó una absurda falta que le costó 3 puntos a su equipo al filo del descanso y una actuación francamente mala de principio a fin.
Durant y Westbrook machacan
Kevin Durant y Russell Westbrook estuvieron en las antípodas de Green. Entre ambos sumaron 63 puntos, 16 rebotes y 14 asistencias. Dominaron a su antojo la pista. El alero acabó con 33 puntos, 8 rebotes y 3 tapones. Se mostró casi infalible. El base hizo 30 tantos, 12 asistencias y 8 rebotes. Totalizaron un 20 de 34 en el tiro de campo y un 21 de 23 en libres. No tuvieron oposición.
Con ese impulso, el de sus dos estrellas, los locales ya adquirieron 13 puntos de ventaja en el transcurso del primer cuarto (28-15), pero Warriors se recuperó. Fue un aviso, porque en el segundo acto un parcial de 38-19 llevó el partido al descanso con un rotundo 72-47 tras un 13-0 final. Ataque local desbocado, dominio del rebote, magistral concepto de baloncesto desde la banda por parte de Billy Donovan...
Y el tercer cuarto fue ya la pesadilla definitiva para los Warriors, que encajaron 45 puntos. Al final, 117-80 para dejar los 12 minutos finales como un simple trámite. Ello hizo que la cosa no fuera a mayores, ya que OKC llegó a tener una ventaja máxima en el partido de 41 puntos.
Además de Durant y Westbrook, buen partido de Serge Ibaka -14 puntos, 8 rebotes y un tremendo mate en el primer acto, su mejor período-, así como de Dion Waiters en la primera parte, Enes Kanter (doble doble en 18 minutos) y André Roberson.