Chris Bosh se mantiene a base de anticoagulantes. Su estado físico es una gran incógnita, ya que Miami Heat no ha emitido ninguna nota médica sobre él. Pero lo cierto es que en la franquicia reina el pesimismo. De hecho, Miami teme que el jugador no pueda volver a jugar al baloncesto.
Sería un tremendo palo para una estrella en plena madurez. Bosh tiene 32 años. Una edad perfecta para seguir rindiendo. Pero sus 2 últimas temporadas se han ido al traste por la misma razón: problemas de coagulación en la sangre. Una situación grave, muy preocupante, que va más allá del baloncesto. Porque amenaza su vida si no se trata adecuadamente.
El propio Erik Spoelstra, entrenador de Bosh, se ha mostrado más que apesadumbrado. Anoche, nada más caer eliminado, Spoelstra decía: "Me siento muy mal por CB (Chris Bosh), porque sé cuánto significa para él este deporte".
Sin noticias claras sobre la condición física del jugador texano, se multiplican las especulaciones. Aunque lo que está claro es que la cosa no pinta bien. Y las consultas con especialistas ajenos al club no mueven al optimismo.
A Bosh aún le quedan 3 temporadas por cumplir del megacontrato que firmó en su día. Un contrato que finaliza en 2019 y por el que aún tiene que cobrar 76,5 millones de dólares.