Miami tuvo al mejor Dwyane Wade (38 puntos) y perdió en el segundo cuarto a Hassan Whiteside. Toronto disfrutó de la resurrección de Kyle Lowry (33 puntos) y vio cómo se lesionaba en el tercer cuarto Jonas Valanciunas. El tercer partido entre Heat y Raptors no tuvo desperdicio.
Ganaron los canadienses 91-95 para recuperar el factor cancha y colocarse 2-1 en las semifinales, unas semifinales plenas de igualdad. Hasta la fecha, 2 partidos se resolvieron con prórroga y este tercero por solo 4 puntos.
El partido estuvo marcado por las lesiones de los pivots titulares de ambos equipos. Hassan Whiteside apenas pudo disputar 8 minutos tras lesionarse una rodilla en el segundo cuarto. Y Jonas Valanciunas tuvo que abandonar el partido en el tercer acto por un esguince de tobillo cuando dominaba la pintura en ausencia de Whiteside.
Por eso, cuando Miami perdió a Whiteside el partido fue de Toronto y cuando Toronto perdió a Valanciunas Miami recuperó el pulso. Todo para llegar a un final apretado, ciertamente emocionante, en el que Kyle Lowry y DeMar DeRozan decidieron, mientras que Joe Johnson erraba un triple crucial cuando el marcador estaba 88-91 a favor de los visitantes.
El renacimiento de Lowry
Resurgió de sus cenizas Lowry para liderar a los ganadores con 33 puntos y 5 triples. DeRozan firmó 19 y Valanciunas, antes de lesionarse, 16 con 12 rebotes en solo 22 minutos. Los suplentes aportaron poco y Luis Scola jugó sus primeros minutos de la serie a raíz de la baja de Valanciunas. No aportó nada positivo el jugador porteño en los 5 minutos que vio acción.
Wade tuvo que echarse el equipo a la espalda: 38 puntos y 8 rebotes. Superlativo. Gracias a él, Miami sobrevivió hasta el final a la lesión de Whiteside, al deprimente partido ofensivo de Luol Deng o el tener a un Goran Dragic en clave menor. También al improductivo papel del novato Josh Richardson y a que el también novato Justise Winslow no pisara la cancha.
Pero Wade, obviamente, no fue suficiente a pesar de su brutal actuación. Y Miami está en un apuro.