El gran duelo de la NBA acabó con los Warriors igualando el legendario récord de victorias en una temporada de la liga, que poseían desde 1996 con 72 triunfos los Bulls de Michael Jordan. Golden State ganó en la inexpugnable San Antonio y ahora está 72-9 a falta de 1 partido.
Victoria por 86-92 en un enfrentamiento con dos tiempos bien diferenciados. Un primero muy parco en puntos (35-35), tremendamente defensivo y atascado. Y un segundo más fluido en el que los visitantes impusieron su ley finalmente.
Warriors ganó con un hombre por encima de todos: Stephen Curry. El genial base terminó con 37 puntos, siendo el indiscutible MVP del partido. Curry superó totalmente a un decepcionante Tony Paker. Solo otros dos jugadores de su equipo superaron la decena, y sin gran brillo: Klay Thompson y Draymond Green.
LaMarcus Aldridge (24 puntos y 10 rebotes) y Kawhi Leonard (20 tantos, 13 rebotes y 5 asistencias) fueron los mejores de San Antonio, que no contó con Tim Duncan. Manu Ginóbili acabó con 8 puntos, 3 asistencias y 3 robos en 20 minutos.
El equipo texano se quedó en un 37,8% en el tiro de campo y solo metió 3 triples de 17 intentos.
Un feudo inexpugnable
San Antonio llevaba hasta hoy un perfecto 39-0 como equipo local en la actual campaña, pero su primera derrota hace imposible que se convierta en el primer equipo de la historia en acabar invicto la temporada.
Los Spurs se quedan, además, con la segunda mejor racha como local en la historia de la liga con 48 victorias consecutivas en casa, por lo que no alcanzan el récord de los actuales Warriors, que sumaron 54.
Los Warriors, por su parte, consiguen un récord de victorias como visitante en una temporada NBA. Nadie hasta la fecha había conseguido 34 como ellos. Y la temporada acaba con un 3-1 para los de Steve Kerr tras los 4 enfrentamientos directos Wariors-Spurs.