Casi 3 meses era el tiempo que llevaba Luis Montero sin disfrutar de minutos en la NBA. Su último partido con los Trail Blazers había tenido lugar ante los Clippers en el ya lejano 6 de enero. Anoche, volvió a tener presencia en pista ante los Kings, casi 5 minutos en los que sumó 1 puntos y 1 rebote.
Montero pudo aprovecharse de los minutos que Terry Stotts ofreció a sus hombres de fondo de banquillo gracias a los 28 puntos de ventaja con lo que los Blazers llegaron al final del tercer cuarto.
Para el jugador dominicano, que debutó el 31 de octubre del año pasado ante los Suns y anotó sus primeros puntos el 6 de noviembre ante Memphis, el de anoche fue tan solo su 8º partido de la temporada, encuentros en los que su presencia ha sido testimonial, con unos promedios de 1,8 puntos y 0,4 rebotes en 3,5 minutos de juego.
Formándose en la Liga de Desarrollo
Lo cierto es que Montero, conocido como ‘Pinguilín’ y que ha tenido una trayectoria complicada y nada convencional hasta llegar a la NBA, no ha disfrutado de muchas oportunidades en lo que llevamos de temporada. No ha entrado en muchas de las convocatorias y, cuando lo ha hecho, apenas ha jugado.
Los Blazers lo asignaron este mismo mes a los Santa Cruz Warriors de la Liga de Desarrollo con el fin de que tuviera minutos de juego. Disputó 4 partidos en la liga menor en los que promedió 16,3 puntos, 6 rebotes, 3,8 asistencias y 1,8 tapones en 28 minutos de juego.
Una experiencia que el propio jugador evaluaba positivamente tras su regreso a la disciplina del equipo. “Ha estado bien tener minutos de juego, jugar contra buenos jugadores”, aseguraba un Montero que destacaba lo competitivo de la NBADL, en la que muchos jugadores pelean por hacerse ver y tener una oportunidad en la NBA.
Su entrenador, Terry Stotts, también veía como positiva la experiencia de Montero en la liga menor y, sobre todo, consideraba bueno que hubiera podido disfrutar de unos minutos de juego y un ritmo de partido de los que ahora mismo no puede gozar en una plantilla de Blazers metida de lleno en la lucha por playoffs, algo que pocos esperaban.