Lo peor de Chicago no es perder. Lo peor es caer ante equipos de medio pelo. Y las derrotas se acumulan. Hasta 3 en los últimos días. Un par de ellas ante Knicks en 24 horas. Anoche, ante Orlando por 22 puntos de diferencia. El marcador en Florida: 111-89.
Los Bulls encajaron un doloroso 36-22 en el primer cuarto. Al descanso, ya perdían por 18. Habían encajado 68 puntos. Y habían hecho internacional a Dewayne Dedmon. El pívot aprovechó perfectamente las limitaciones defensivas de Pau Gasol por culpa de su rodilla. Y no hubo soluciones desde la banda.
Ganó Orlando con total comodidad con 18 puntos y 13 rebotes de Dedmon en solo 22 minutos. Elfrid Payton añadió 15 puntos y 10 asistencias. Los Magic jugaban sin sus 2 mejores anotadores: Nikola Vucevic y Victor Oladipo. No hay que olvidarlo.
Chicago tenía que jugar 17 partidos en marzo. Ya ha disputado 14. Solo ha ganado 6. Anda fuera de playoffs. Noveno en el Este con 36-36. Era un equipo diseñado para luchar por el título. El fracaso de Fred Hoiberg y sus muchachos es notable, por mucho que las lesiones hayan sido un gran lastre.
Ante Magic, no funcionaron ni Derrick Rose ni Jimmy Butler ni Pau Gasol. Tampoco Nikola Mirotic desde la segunda unidad. Gasol acabó con 7 puntos, 5 rebotes y 8 asistencias en 22 minutos. Se le ve limitado en su físico. Los Bulls lo están pasando mal. Necesitan un giro copernicano en su juego. Si no es así, la temporada será un mal sueño.