Pese a los muchos rumores sobre un inminente despido del entrenador jefe de Sacramento Kings, George Karl, ha sido finalmente otro de los miembros del cuerpo técnico de la franquicia el primero en perder su puesto. Se trata del veterano Vance Walberg, uno de los especialistas ofensivos del equipo.
La decisión la ha anunciado la franquicia por boca de su general manager, Vlade Divac, que ha defendido la decisión como necesaria para mejorar el cuerpo técnico. “Obviamente (a Karl) no le ha gustado, pero sentía que teníamos que hacer algo para cambiar las cosas”, ha asegurado Divac.
Divac ha dejado abierta la puerta a que Karl incorpore un nuevo técnico a su staff, probablemente alguien que pueda colaborar con Chad Iske, mano derecha de Karl, a la hora de mejorar el rendimiento defensivo, gran problema de un equipo que encaja 109,1 puntos por encuentro, máximo de la liga con una diferencia de casi 3 puntos sobre el siguiente equipo.
Karl, confuso y disgustado
Por su parte, Karl no ha dudado en mostrar su descontento con la decisión de la franquicia y ha defendido la labor de Walberg, un técnico que él trajo al equipo desde los Sixers al hacerse cargo de los Kings en febrero del año pasado.
“Vance es una de las personas que más ha influido intelectualmente en mis pensamientos sobre baloncesto, probablemente esté en mi top 10”, elogiaba Karl a Walberg tras conocer la decisión de Divac. “Es así de bueno, de talentoso, brillante en muchos aspectos… no hay duda de que estoy disgustado y confuso”, afirmaba el entrenador.
El técnico considera además injusto que se cargue sobre sus asistentes la culpa de los problemas del equipo. “No son sus decisiones, son mías. Si hay que criticar a alguien es a mí”, ha dicho.
La posición de Karl en Sacramento está llena de inestabilidad desde que se iniciara la temporada, con continuos rumores que tan pronto le reafirman en su puesto como vuelven a poner su cabeza en la picota.
Su situación recuerda mucho a lo que ha sucedido esta temporada con Jeff Hornacek en los Suns. En Phoenix, también fueron algunos asistentes los primeros en ser despedidos mientras se apostaba por mantener al entrenador jefe al frente, pero fue cuestión de tiempo que Hornacek siguiera el camino de sus colaboradores.