La salida de Derek Fisher del banquillo de los Knicks puede no ser el único cambio que veamos en la franquicia neoyorquina en los próximos días. El presidente de la franquicia, Phil Jackson, ha reconocido que el equipo está abierto a realizar cambios en su plantilla y que solo Carmelo Anthony y Kristaps Porzingis son intocables.
“Estamos buscando mejorar este equipo, de eso no hay duda”, respondía Jackson en rueda de prensa tras el despido de Fisher, “Sabemos que tenemos algunos buenos jugadores. La química es bastante buena. El talento podría todavía ser mejor. Siempre puede serlo, así que estamos buscando”.
Eso sí, Jackson dejó claro que hay dos jugadores que no van a entrar en ninguna conversación con otras franquicias: Anthony y Porzingis. El primero, además de ser la gran estrella del equipo, es uno de los pocos jugadores de la NBA que tiene una cláusula en su contrato que impide su traspaso y el letón es el único jugador que ahora mismo aporta ilusión de futuro al equipo, por lo que a Jackson ni se le pasa por la cabeza desprenderse de él.
Poco que ofrecer en las conversaciones
El resto de jugadores parecen estar en el bloque de los traspasables. El principal objetivo del equipo es buscar un base, lo que parece poner en el disparadero al español José Manuel Calderón.
Los Knicks habrían preguntado a los Hawks por la situación de Jeff Teague y Dennis Schroder y también estarían siguiendo de cerca al base de Pistons Brandon Jennings, que acaba de volver tras una gravísima lesión. Las conversaciones con Atlanta se habrían estancado ante la falta de interés de los Hawks por los jugadores que los Knicks les pueden ofrecer, según ESPN.
En todo caso, Jackson tiene todavía plazo hasta el 18 de febrero para tratar de pergeñar alguna operación que le permita mejorar el equipo de cara a la parte final de la temporada, aunque lo cierto es que no dispone de demasiadas piezas de cambio que puedan resultar atractivas para otros equipos.