Jason Kidd volvió a ejercer anoche de entrenador jefe de Milwaukee Bucks tras perderse 17 partidos por culpa de una lesión de cadera que le obligó a pasar por el quirófano el 21 de diciembre. Más de un mes después de aquella intervención, Kidd saboreó la victoria.
Milwaukee se impuso 107-100 a Orlando y Kidd pudo disfrutar de las mieles del triunfo en una temporada que no está siendo fácil para los de Wisconsin, que acumulan un 20-27, están fuera de los playoffs del Este y ocupan la antepenúltima posición de la conferencia.
El equipo había ganado 8 partidos y había perdido 9 en los 17 juegos en los que se ausentó su entrenador, que anoche tuvo a Giannis Antetokounmpo, Khris Middleton y Greg Monroe como grandes aliados para volver con éxito al banquillo. Desde luego, ese trío de jugadores hizo más fácil con su acierto ofensivo la labor de su técnico.