Houston vivió un día muy extraño. El equipo perdió nada más empezar el partido a Dwight Howard, se dedicó a hacer un salvaje Hack-a-Drummond, que tuvo éxito individual pero no colectivo, y acabó perdiendo en casa con Detroit por 114-123 pese a la memorable actuación de James Harden.
Harden firmó su primer triple-doble de la temporada, ¡pero qué triple-doble! Su actuación incluyó un récord personal en rebotes capturados y su triple-doble resultó más que sobrado: 33 puntos, 17 rebotes y 14 asistencias. Metió los 12 libres que intentó y sus 36 portentosos minutos no sirvieron para nada.
Frente a la genialidad individual de Harden, surgió la maravilla colectiva de unos Pistons cuyos 5 titulares metieron 17 o más puntos. Poco importó que Andre Drummond batiera un récord histórico de la NBA al fallar 23 tiros libres. Y es que Houston le llevó intencionadamente a la línea... ¡Y terminó lanzando 36!