Harrison Barnes y Damian Lillard regresaron anoche al juego tras dejar atrás sus respectivas lesiones que les han tenido alejados de las pistas durante 16 y 7 partidos, respectivamente. El regreso de ambos resultó bien distinto a nivel individual y colectivo.
Barnes partió de la suplencia. El puesto de alero titular en Warriors volvió a ser para Brandon Rush y su antiguo dueño se tuvo que conformar con jugar 20 minutos integrando la segunda unidad. Hizo 8 puntos con 4 de 7 en el tiro de campo. Y Golden State ganó 111-101 a Charlotte.
El jugador llevaba sin pisar la pista desde el 27 de noviembre, día en el que se enfrentó a los Suns. Ha estado fuera por culpa de un fuerte esguince en el tobillo izquierdo.
El hombre de hierro vuelve
Damian Lillard era un jugador de hierro, ya que no se había perdido un solo partido en la NBA hasta que llegó su reciente lesión, consistente en una fascitis plantar en el pie izquierdo.
A partir de ahí, 7 partidos sin jugar, de los que Portland ha ganado 4 con un gran C.J. McCollum.
Anoche, regreso y derrota en casa ante Memphis por 78-91. Y Lillard, que promedia 24,3 puntos en la temporada, jugando a medio gas, aunque muchos minutos. Terminó con 17 puntos y 7 asistencias en 36 minutos, pero erró bastantes tiros y perdió 7 balones.