Los Celtics recuperaron anoche a Marcus Smart. El potente base céltico acumulaba 5 semanas sin jugar por culpa de una lesión localizada en la parte baja de la pierna izquierda. Llevaba 18 partidos sin vestirse de corto hasta que lo hizo ayer ante los Knicks.
Ganó Boston 100-91 y Smart partió de la suplencia para jugar 13 minutos en los que hizo 6 puntos, 3 rebotes y 1 asistencia con un 2 de 6 en el tiro de campo. No se le vio mal, pero aún le falta para alcanzar un buen punto competitivo.
Ese aspecto, el lograr que Smart se ponga en forma, es lo que motivó a su entrenador, Brad Stevens, a alinearle con la esperanza de que vaya adquiriendo ritmo de juego.
"Va a tener que ayudar al equipo lo mejor que pueda defendiendo, siendo duro y jugando con energía a partir de ahora", dijo Stevens tras el partido consciente de que su pupilo necesita tiempo y minutos para sentirse cómodo en la cancha.
Smart, que había jugado su último encuentro el 20 de noviembre ante Nets, promedia en la temporada 9,4 puntos, 3,7 rebotes, 3 asistencias y 1,6 robos con malos porcentajes de tiro tras disputar 10 partidos.