Cleveland ha recuperado a Kyrie Irving, que no es poco. El jugador australiano jugó este domingo su primer partido de baloncesto en 6 meses y medio. Ése es el tiempo que ha permanecido en el dique seco por culpa de una lesión de rodilla que sufrió en el primer partido de las Finales ante Warriors.
El base nacido en Melbourne tuvo un plácido debut en la temporada, ya que el rival era el peor equipo, de largo, de la NBA: los Sixers. Triunfo cómodo de los de Ohio por 108-86 tras un parcial de 34-13 en el segundo cuarto y buena actuación de Irving pese a que tuvo restringidos sus minutos en cancha.
Irving disputó 17 minutos en los que facturó 12 puntos, 4 asistencias y 2 robos de balón. Además, anotó los 2 triples que lanzó. No está mal.
LeBron James lideró a los locales con 23 puntos en 25 minutos de acción y Matthew Dellavedova tuvo una gran actuación (20 tantos en 23 minutos).
Pero más allá de un partido realmente intrascendente por la intrascendencia del rival, lo importante estuvo en comprobar cómo la rodilla izquierda de Irving vuelve a estar operativa.