Las rodillas de Chris Paul y Anthony Davis chocaron anoche cuando restaban 2:48 para el final del tercer cuarto del partido que disputaban Clippers y Pelicans y la peor parte se la llevó el ala-pívot de los de Nueva Orleans. Davis tuvo que retirarse de la pista y será evaluado hoy.
Aunque el técnico de los Pelicans, Alvin Gentry, tenía anoche la esperanza de que no fuera nada serio, la preocupación en la franquicia es evidente ante el temor de que la lesión pueda no quedarse en una simple contusión en la rodilla derecha.
Lo cierto es que la imagen de Davis siendo retirado del campo sin pisar el suelo y en brazos de dos de sus compañeros, el también lesionado Kendrick Perkins y Alexis Ajinca, no ayudó precisamente a aliviar esas preocupaciones, pero habrá que esperar a los resultados de las pruebas médicas que se lleven a cabo hoy.
Ni Davis ni los Pelicans están teniendo suerte con las lesiones en lo que llevamos de temporada. El ala-pívot ya se ha perdido partidos este año primero por una contusión en la cadera y más tarde por un problema en el hombro izquierdo.
Una nueva baja, y más si fuera larga, podría dañar definitivamente las probabilidades de alcanzar la fase final de unos Pelicans que, de momento, son penúltimos en el Oeste tras un mal comienzo.