Los pronósticos se cumplieron. Todo fue como la seda en el Oracle Arena. Y en un partido sin historia, los Warriors hicieron historia. Victoria arrolladora ante Lakers por 111-77 para ponerse con 16-0, el mejor arranque de temporada que jamás haya hecho nadie en la NBA.
Con ese 16-0 los Warriors superan los 15-0 de los Capitols en la década de los 40 y los Rockets en la de los 90.
El partido no tuvo color. El 30-11 del primer cuarto ya lo decía todo. Y las 19 asistencias con las que acababa Golden State la primera parte por las solo 4 que atesoraban los Lakers ofrecían una perfecta disección del juego de unos y otros.
Saboreando el logro
Al final del tercer cuarto se llegó con un rotundo 89-55 y los titulares del equipo local pudieron ver todo el cuarto final plácidamente sentados en la banda, saboreando con paz su logro.
Stephen Curry lideró a los suyos con 24 puntos, 9 asistencias y 0 pérdidas, aunque de nuevo resultó esencial Draymond Green, que ofreció otra actuación completísima.
El desastre sin paliativos de los Lakers, que están últimos en el Oeste con un 2-12, lo encarnó Kobe Bryant, ¡que terminó la noche con 4 puntos tras hacer una serie de 1 de 14 en el tiro de campo!