Alucinante. No hay otro modo de definir la resolución del cuarto período en el partido Hornets-Kings, un desenlace que desembocó en una prórroga.
Con empate a 110, Kemba Walker pareció decidir el partido con una entrada a canasta en el último segundo. Anotó el 112-110 a 0,7 segundos del final ante el delirio de la grada.
Pero acto seguido llegó el empate. Con 7 décimas de segundo por jugar, Rajon Rondo saca de banda tras tiempo muerto y da un pase en alley-oop para que Rudy Gay anote suavemente el 112-112 sobre la bocina. Luego, ya en la prórroga, ganó Charlotte.