Larga jornada de 11 partidos en las que hubo de todo y los jugadores hispanos tuvieron un importante protagonismo. Los Warriors se mantienen invictos y los Sixers, sin conocer el triunfo, mientras que los Brooklyn Nets lograron finalmente sumar victoria en Houston.
La sorprendente victoria de los Nets en Texas es la primera del equipo tras 8 partidos. De nada sirvió la buena actuación de Dwight Howard en los locales. La segunda unidad de los de Brooklyn, liderada por los 22 puntos y 9 rebotes de Bojan Bogdanovic, marcó la diferencia en el Toyota Center y los visitantes se impusieron gracias a un gran último cuarto a nivel defensivo.
Con el triunfo de Nets, los Sixers se quedan como único equipo con el casillero a cero. Anoche sumaron su octava derrota. Esta vez en casa y ante unos Raptors que se mostraron superiores con un magnífico Luis Scola que anotó 21 puntos en 18 minutos y medio de juego.
En el polo opuesto de Sixers y Nets, están los Warriors. Los de Oakland ganaron su noveno partido y siguen invictos igualando el comienzo que hicieran en la temporada 1960-61, cuando aún estaban en Filadelfia. La teóricamente difícil pista de los Grizzlies no lo fue tanto y los Warriors dominaron desde el inicio bajo el mando de Stephen Curry. Fue inútil la muy buena actuación de Marc Gasol, 26 tantos, y terrible la noche de Mike Conley (1 de 12 en el tiro).
Aldridge gana en su regreso a Portland
Había expectación por el retorno de LaMarcus Aldridge al que fue su hogar a este verano. Hubo abucheos, pero también aplausos, y los Spurs superaron con cierta holgura a los locales con 23 tantos del protagonista de la noche, 20 de Kawhi Leonard y 14 de Manu Ginóbili. Damian Lillard hizo 22, bien desde el triple, pero con una muy discreta serie en el tiro doble (2 de 11).
Los Spurs se mantienen así en la parte más alta de la clasificación, como lo hacen los Hawks, que ganaron a unos Pelicans diezmados por las lesiones tras remontar un mal comienzo. Al Horford, 26 puntos y 8 rebotes prodigándose desde el triple, y Paul Millsap, 19 y 16, aprovecharon la ausencia de Anthony Davis para dominar las cercanías de la canasta.
Pierden pie los Clippers tras caer derrotados en Dallas, en una floja noche de Chris Paul en el tiro y magnífica en el lado local de Dirk Nowitzki, que lideró a los suyos con 31 puntos. J.J. Barea erró todos sus tiros, Charlie Villanueva estuvo discreto y Pablo Prigioni apenas estuvo 27 segundos en pista. Regresó DeAndre Jordan, 9 puntos y 11 rebotes, al ‘lugar del crimen’ tras su espantada veraniega y los pitos y abucheos del público fueron continuos.
Derrotas por la mínima de Knicks y Lakers
Los Lakers siguen su mala trayectoria y los Knicks quedan de momento fuera de las posiciones de playoff que ocupaban en el Este tras caer ambos ayer por una sola canasta de diferencia.
Los Lakers, sin Kobe Bryant, perdieron en Orlando por culpa de un Nikola Vucevic que salió por primera vez en su carrera desde el banquillo para anotar 18 puntos y, sobre la marca de Roy Hibbert, la canasta sobre la bocina que dio el triunfo a los Magic. El banco de los locales fue la clave, con Shabazz Napier, 22 puntos, como máximo anotador.
Los Knicks, por su parte, no pudieron con los Hornets en Charlotte. Carmelo Anthony sumó 29 y José Manuel Calderón mantuvo el buen tono del anterior encuentro, pero fue insuficiente ante un conjunto local liderado por Nico Batum, autor de 24 tantos. Una bandeja de Cody Zeller a solo 6 décimas del final sentenció a los Knicks. Kristap Porzingis anotó a continuación un triple sobre la bocina, pero los árbitros consideraron que el lanzamiento se produjo fuera de tiempo.
En el resto de la jornada, triunfos de Indiana en Boston, con 26 de Paul George, Denver sobre Milwaukee por un solo punto gracias a un palmeo de Kenneth Faried a 5 segundos del final –excelente actuación de Greivis Vásquez con 15 puntos y 9 asistencias- y los turbulentos Sacramento Kings se impusieron a Detroit con nuevo triple-doble de Rajon Rondo y 33 puntos de un DeMarcus Cousins al que horas antes su entrenador quería suspender, pero que finalmente jugó tras pedir perdón.