Logro bastante inesperado. Por lo tanto, felicidad doble. Porque el dominicano Luis Montero se ha hecho con un sitio en Portland Trail Blazers. El equipo ha cerrado ya su plantilla sin hacer más descartes. Y Montero está entre los 15 elegidos.
El único temor que podía tener el escolta de Santo Domingo es que Portland hubiera reducido su plantilla a 13 o 14 jugadores, pero el conjunto de Oregón decidió quedarse con el número máximo de integrantes, 15, lo que ha dejado a Montero delante de su gran sueño: jugar en la NBA.
Al propósito del jugador hispano le ha ayudado la precaria situación de Portland en el puesto de alero debido a una plaga de lesiones que han dejado muy mermada a la plantilla en esa posición. Y ahí entra Montero. El jugador, un 2,01 de 22 años, ejerce normalmente de escolta, pero también puede desempeñar el papel de alero, y Terry Stotts ha tenido claro que no podía prescindir de un jugador de esas características.
Porque si reparamos en lo que ha dado de sí el mes de octubre, Montero apenas ha tenido participación en la rotación de Stotts. Solo ha jugado 2 partidos, ambos contra Sacramento, totalizando 2 puntos y 2 asistencias en 8 minutos.
Eso sí, el trabajo de 'Pinguilín' en los entrenamientos y su calidad han terminado por convencer a su técnico.
Un pasado difícil
La estancia de Montero en Estados Unidos no ha sido fácil. Llegó al país con la intención de jugar en la NCAA y dar el salto a la NBA, pero nada ocurrió como estaba previsto. Una serie de irregularidades por malos asesoramientos y el caer en un equipo que fue sancionado le perjudicaron notablemente.
Para empezar, tuvo que jugar en Westchester CC, un equipo de la 'junior college', nada que ver con la ansiada NCAA. Promedió 15,6 puntos en el curso 2013-2014 y no pudo jugar la siguiente temporada porque el equipo cometió graves irregularidades.
Con ese panorama, Montero decidió intentar la aventura del draft el pasado mes de junio y no fue elegido. Pero luego llegó la sorpresa agradable. Jugó la Liga de Verano con Portland, el equipo de Oregón le firmó un contrato en julio parcialmente garantizado y Montero buscó su oportunidad en la pretemporada. El mes de octubre le ha sido propicio. Ya ha metido la cabeza en la NBA.