Markieff Morris lo puede decir más alto, pero no más claro: no quiere seguir en Phoenix. La información que hace unos días adelantaba su malestar se ha confirmado por boca del jugador. Morris quiere que los Suns le traspasen a otro equipo.
La situación está fea. Phoenix firmó a Markieff Morris en 2014 una extensión de contrato millonaria -32 millones de dólares por 4 años- , por lo que la unión contractual entre ambas partes no finaliza hasta 2019.
"Una cosa es segura, no quiero quedarme", afirmó el jugador a The Philadelphia Inquirer, periódico de su ciudad natal.
Ante esta perspectiva, Phoenix podría obligar al jugador a vestirse de corto, pues tiene contrato en vigor, y si se negara a hacerlo Morris podría ser sancionado. Pero este extremo no parece que vaya a suceder porque el propio jugador ha afirmado que jugará con Suns. "No puedo hacer eso. Seré un profesional", ha indicado respecto a esa posibilidad.
La marcha de su hermano
En el centro de la polémica está el traspaso de su hermano gemelo, Marcus Morris, a Detroit Pistons, y es que Markieff y Marcus habían jugado juntos en la universidad y lo habían hecho también en la NBA. Esa partida ha sido un golpe para Markieff, que se ha mostrado inflexible con su equipo por tal motivo.
El malestar del ala-pívot titular de los Suns ya se había filtrado a través de la emisora Arizona Sports 98.7 hace unos días. Y todo parece que no puede ir más que a peor.