La pertenencia de Pablo Prigioni al plantel de Denver Nuggets ha sido efímera. La franquicia de Colorado ha anunciado el despido del base argentino en el mismo comunicado en el que anunciaba su incorporación y la de otros 3 jugadores de Rockets a cambio de Ty Lawson.
La decisión no ha sorprendido demasiado, dado que el veterano jugador cordobés no entraba en los planes del conjunto de Denver, como tampoco parecen hacerlo la mayoría de los jugadores adquiridos en el traspaso pactado con Houston.
Prigioni ha sido el primero en perder su puesto por la sencilla razón de que, de no haberlo despedido ayer, los Nuggets habrían tenido que garantizar la totalidad de los 1,7 millones de dólares de salario comprometidos en el contrato que en su día firmara el argentino con New York Knicks. Cortándolo ahora, Denver sólo tendrá que abonarle 440 mil dólares.
Se abre ahora una nueva etapa para Prigioni como agente libre. A sus 38 años, no parece que tenga intención alguna de colgar las botas y lo que tendrá que decidir ahora es si opta por buscar acomodo en otro conjunto de la NBA, probablemente por el salario mínimo de veterano, o decide regresar a Europa o probar suerte en algún nuevo destino. Ofertas no parece que le vayan a faltar.