Parece claro que Rajon Rondo se mueve por sentimientos surgidos de las entrañas. Nadie niega que los Kings se han reforzado muy bien en julio, pero el entusiasmo del nuevo base del equipo se antoja excesivo. Dice que "el cielo es el límite" de Sacramento.
Los Kings han incorporado a sus filas en los últimos días a Rajon Rondo, Caron Butler, Kosta Koufos y Marco Belinelli, buenos nombres que se añaden a DeMarcus Cousins, Rudy Gay y Darren Collison, todos ellos bajo la batuta de un experto entrenador, George Karl. Aún así, se antoja insuficiente ante una Conferencia Oeste plagada de equipazos, más aún cuando jugadores claves como Cousins, Rondo y, en menor medida, Gay no parecen totalmente fiables desde el punto de vista mental.
No es de la misma opinión Rondo, que parece tener una confianza ilimitada en su nuevo equipo, una fe ciega.
Rondo precisa hacer una buena campaña para revalorizarse como jugador y para limpiar su dañada imagen, la existente tras su paso poco exitoso por Dallas Mavericks, un paso plagado de problemas fuera de la pista y que nos dejó al base con números muy pobres: 9,3 puntos y 6,5 asistencias.